"Cuando empecé, casi todo era manual. Nesma opera robots ahora y no los teníamos para el ensamblado antes. Pero el sentimiento con los colegas es el mismo. Además, Volvo es una compañía para crecer y eso es algo que realmente aprecio. En realidad, ese es también un consejo que me gustaría darle a Nesma. Crece y aprende, hay muchas oportunidades para ello", dice Daniel.
Nesma asiente. Su tarea es en parte operar los robots, pero eso también exige mucho de un operador.
"Fue complicado al principio. Solo puedo imaginar cómo fue cuando todo era manual", dice ella.
Y en cuanto a los consejos para aprovechar las oportunidades de desarrollo, ella ya tiene planes para el futuro.
"Seguiré estudiando aquí en Skövde más adelante y estudiaré administración de empresas. Me gustaría quedarme en Volvo, pero después de graduarme, iría al departamento de finanzas".
Continuamos por el piso, y tanto Daniel como Nesma saludan alegremente a las personas en el camino. Skövde es una ciudad sueca bastante pequeña y la planta de Volvo juega un papel importante en su identidad.
"La gente ha trabajado aquí por generaciones. Mi hijo, también nacido en 1993, tiene un trabajo aquí ahora", dice Daniel, y Nesma completa:
"Otro nacido al mismo tiempo que el camión FH. Es genial".
